El Tenuta se encuentra en una posición privilegiada para “ir por Langa” en coche, moto o bicicleta (con posibilidad de alquiler de bicicletas normales o con pedaleo asistido, en los cercanos centros especializados), para conocer las colinas circundantes patrimonio de la Unesco.
Visitar Dogliani
Ciudad única gracias a una monumentalidad que resulta el producto perfecto de lenguajes ya existentes: una sorprendente fusión entre el estilo medio-vale, neogótico y neoclásico. En efecto, el orden urbano está profundamente marcado por el eclecticismo de G.B. Schellino ilustre “urbanista”, artífice del famoso cementerio neogótico, el cual, en el siglo XIX, atribuyó al pueblo rincones insólitos, completamente nuevos en relación con el tiempo en que fueron concebidos, y un rostro monumental que no puede pasar desapercibido. Hablando de Dogliani la memoria no puede dejar de correr a su ciudadano más ilustre: Luigi Einaudi (1874-1961), primer Presidente de la República Italiana e insigne economista, cuya figura es celebrada por el Museo Permanente a él dedicado y por la biblioteca cívica realizada por voluntad de su hijo Giulio en 1963 y proyectada por el arquitecto Bruno Zevi.
La mejor manera de disfrutar de las maravillas paisajísticas de este rincón de Langa y descubrir sus rincones más vírgenes es recorrer los senderos naturales. Dogliani ofrece varias propuestas de itinerario, de dificultad variable, de 10 a 17 km, practicables a pie, en bicicleta y a caballo.
Visitas y degustaciones en bodega
Para organizarlas solo hay un montón de opciones en esta tierra de grandes vinos. En particular Dogliani es conocida por su Dolcetto, diferente de todos los homónimos y por este orgullo de la ciudad y de todos los demás pueblos del Área D.O.C..
Las Langhe desde el cielo
Una emoción única es mirar estas hermosas colinas, patrimonio de la humanidad, desde arriba y el globo aerostático es el medio más fascinante. Varias posibilidades para organizar un vuelo.
